Utilizamos poco el tónico y es una pena por las muchas ventajas y beneficios que aporta a la piel.
En realidad no solamente a la piel, el tónico es uno de los cosméticos más sensoriales. Por el tacto y por su aroma se convierte en un agua multisensorial. Con tanta toallita desmaquillante y gel limpiador, nos olvidamos de ella, creemos que no hace falta. Lejos de eso, tenemos que replantearnos su utilización diaria.
La propiedad principal del tónico es el restablecimiento del PH de la piel tras el gesto de limpieza. No importa si utilizamos leche limpiadora o gel de los que hacen espuma y aclaramos con agua: el tónico es el siguiente paso, antes de aplicar cualquier tratamiento cosmético.
Como no acabamos de notar su misión nos parece que nos lo podemos ahorrar. Para obtener la calidad de piel que soñamos no podemos saltarnos este paso. El tónico aporta frescor, hidratación, reequilibrio y prepara la piel para recibir el serum, la crema de día, el contorno de ojos.
El tónico facial no es sólo agua, el tónico de "agua de rosas" tiene componentes imprescindibles para pieles sensibles, que se irritan con facilidad además de calmar el cutis tras la limpieza con la leche limpiadora. Contiene propiedades calmantes, tonificantes, relajantes e incluso astringentes, lo que la hace ideal también para pieles grasas y con poros abiertos.